La temporada de baños arranca con la vista puesta en la seguridad

La única piscina pública con la que cuenta la ciudad abre sus puertas al público este viernes con varias novedades encaminadas a ofrecer una mejor experiencia a los usuarios. Reabierta el pasado verano después de una importante obra de reforma, el poco tiempo que transcurrió entre la finalización de los trabajos y la apertura perjudicó mucho a las instalaciones, lo que provocó desde el principio bastantes quejas por parte de los usuarios. El nuevo césped no asentó y prácticamente desapareció durante las primeras semanas, a lo que hubo que sumar también las quejas referentes a los escasos espacios de sombra.

Ahora, con más margen para realizar las actuaciones, la piscina abre con nuevo césped y con más zonas de sombra para los bañistas. A ello hay que sumar el cuidado especial que quiere tener la concejalía de Deportes sobre el control de acceso para evitar comportamientos poco adecuados por parte de algunos usuarios. De esta forma, bien sea a través de la web o de forma presencial en la propia taquilla del recinto, la identificación de la persona que vaya a retirar las entradas será obligatoria esta temporada. Con ellos se intenta evitar también la astucia de algunos menores que entraban a la instalación acompañado de un adulto que posteriormente se desentendía de él durante su estancia en la piscina.

En cuanto a los precios, a la espera de la entrada en vigor de las nuevas tarifas aprobadas recientemente en pleno, la temporada arrancará con los mismos importes de los últimos años. La entrada de lunes a viernes costará 1,80 euros, y dos euros los sábados y demás festivos. Si no hay novedades en el periodo de exposición pública en el que se encuentran las nuevas tarifas, estas entrarán en vigor a partir del dos de julio con un incremento de 60 céntimos para la entrada de lunes a viernes y de un euro más para los sábados y festivos.

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