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Álvaro Ortiz lleva desde los trece años participando en la organización de la procesión. g. c.
«Fue un día mágico por toda la gente que había en la procesión»

«Fue un día mágico por toda la gente que había en la procesión»

Álvaro Ortiz, organizador de los desfiles procesionales de la Virgen de la Piedad, cree que ya ha llegado el momento de su jubilación

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Lunes, 8 de agosto 2022, 18:21

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«El viernes fue un día mágico por la cantidad de personas que había viendo la procesión. Yo hacía años que no veía tantísimas personas en las calles viendo a la Virgen y salió todo como esperábamos. A pesar del calor y los problemas que hemos tenido... Al final se han hecho tres grupos buenísimos y cuando se hacen la cosas con tanto amor y tanto cariño, salen como han salido». Con estas emotivas palabras describió Álvaro Ortiz la procesión de bajada de la Virgen el pasado viernes desde su santuario a la parroquia de la Purificación, donde se celebra la novena previa a las fiestas patronales.

Después de dos años de pandemia, las calles de Almendralejo por donde pasó la procesión lucían con banderolas, carteles y flores para ver pasar de nuevo a la patrona en un día que se llenó de gente durante todo el recorrido.

Con 70 años, Ortiz recuerda como si fuera ayer cuando comenzó a participar en esta procesión junto al maestro Monje teniendo él unos 13 años. «La procesión la hacíamos con ruedas», dice.

Fue a la llegada del párroco Tobías Medina a la Purificación cuando Álvaro comenzó a organizar esta procesión con un grupo grande de costaleros que había en San José. «Empezamos a hacer la procesiones con el grupo de voluntarios y desde entonces hemos seguido», asevera. En concreto, él sólo ha faltado un año, «cuando tuve que hacer el servicio militar en Cádiz».

En los años anteriores a la pandemia ya comenzaron a tener problemas para lograr reunir al número de voluntarios costaleros necesarios para procesionar y que tuvieran el compromiso de ir a ensayar durante al menos las dos semanas previas.

Pero esa circunstancia se ha agravado este año. «El problema es que antes había cinco grupos, pero después de dos años sin procesión, pensamos que la gente se iba a querer volcar con la Virgen, pero ha costado. Gracias a que había un grupo de 36 mujeres y dos de 34 hombres, al final ha sido una cosa maravillosa. Y gente de fuera se ha ofrecido para llevarla, como los costaleros de Aceuchal y un grupo de amigas que decían que tenían la necesidad de portar a la Virgen».

Pasar el testigo

Álvaro Ortiz no lo confirma, pero ya ha avisado de que tiene ganas de pasar el testigo a gente más joven. «Es mucho el trabajo, pedir permisos, organizar recorridos, los grupos y uno ya piensa que ya no debe pegarse el palizón físico. Pero se hace con gusto y un amor muy grande a la Virgen y al santuario». Lo dice emocionado mientras aún tiene en la retina los momentos vividos este viernes. Los costaleros agradecieron especialmente la atención recibida de los vecinos de la calle Hernán Cortés y el agua recibida por colaboradores municipales en la calle Villafranca.

Allí se vivió un momento único con las canciones interpretadas por el grupo Cosita Buena a la patrona. Además, en la plazoleta del Caño la Negra también se escucharon canciones de Chumi y su acompañante a la guitarra que hicieron saltar las lágrimas de emoción a muchos feligreses y costaleros.

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