José A. Arenas: «Estábamos encerrados con el agua hasta la rodilla y rezando para que no subiera»

Todos los establecimientos de la avenida de La Paz, con mayor o menor medida, sufrieron inundaciones este jueves.

Uno de los trabajadores afectados fue José Antonio Arenas, dependiente de Pinturas Almendralejo.

A José Antonio Arenas le sorprendió el agua torrencial al poco tiempo de abrir la tienda de pinturas en la que trabaja y que se encuentra ubicada al final de la avenida de La Paz.

«Estaba preparando las cosas y pensamos que iba a ser una riada como otras muchas que ha habido aquí, pero luego no fue así. Y cuando nos hemos querido dar cuenta, tanto yo como otro hombre que ha venido a interesarse por cómo estábamos, pues nos ha sorprendido la riada».

«Y nos hemos quedado aquí encerrados. Hemos estado como dos horas encerrados en la tienda», que se encuentra elevada del nivel de la calle medio metro y a la que se accede por tres escalones.

«Estábamos aquí encerrados, con el agua hasta la rodilla y rezando porque no subiera más, porque me venía encima de los mostradores».

«Por suerte, se ha quedado todo en un susto».

«Vimos que los bomberos vinieron a por la mujer del quiosco de enfrente. A nosotros y a las chicas del supermercado de aquí al lado nos dieron voces, para ver cómo estábamos, pero se dedicaron a seguir ayudando a más personas. La cosa se quedó ahí, pero nos asustamos un poco y la verdad es que nos veíamos encima de los mostradores».

«Lo malo es que ahora lo que nos queda es una buena paliza para limpiar todo esto e intentar recuperar todo el daño. Yo creo que limpiando por lo menos nos quedan dos o tres o cuatro días».

La tienda permanecerá cerrada unos días, apunta, aunque seguirán atendiendo a los clientes en el almacén que tienen en el polígono industrial».