Las instalaciones deportivas cuentan con un nuevo reglamento regulador

Las instalaciones deportivas con las que cuenta el Ayuntamiento almendralejense, principalmente los polideportivos Tomás de la Hera y San Roque, ya cuentan con un nuevo reglamento que regirá su funcionamiento y que busca principalmente regular una serie de aspectos que se han modificado a lo largo de los últimos años y que no estaban recogidos en el anterior reglamento que data del año 1993.

El nuevo reglamento, que ya ha pasado por el pleno municipal y que contó con el visto bueno de todos los partidos con representación, introduce principalmente una serie de cambios relacionados con la creación, ampliación o mejoras en las instalaciones que se han producido a lo largo de estos últimos 30 años. Un contenido que ha sido consultado en el Consejo Local del Deporte, y que cuenta con una serie de normas básicas de respeto y convivencia, ya que estos entornos son de acceso libre para todos los ciudadanos.

Así lo explicó en el pleno el concejal de Deportes, Fran Arroyo, que comentó también que, a petición de asociaciones y clubes de la ciudad, la nueva ordenanza recoge, por ejemplo, que «los acompañantes y espectadores solo podrán permanecer en las instalaciones durante los partidos, competiciones o eventos especiales, pero no cuando se trate de los entrenamientos». Una medida que es nueva dentro de este reglamento, pero que ya se ha intentado poner en práctica durante las últimas temporadas sin demasiado éxito al no contar con la aprobación principalmente de los padres con hijos de corta edad.

Dentro de la nueva regulación no faltan las alusiones también a las obligaciones de los usuarios, como atender a las indicaciones del personal, el abono de las tasas correspondientes o ir provisto de los recibos o documentos de pago. Usuarios que podrán ser expulsados en caso de no cumplir las normas. Entre las que destacan algunas como la prohibición de fumar en las instalaciones, ocasionar daños a las mismas o comer en el terreno de juego. A su vez, se especifican las sanciones, que irán de leves a muy graves, con cuantías económicas que podrán llegar a 750 euros en el caso de las primeras, a 1.500 euros las graves y hasta los 3.000 euros si son consideradas muy graves.

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