Iberovinac arranca con anuncios de ayudas al sector y sin alusiones al regadío

La edición número 23 del Salón del Vino y la Aceituna de Extremadura arrancó ayer en Almendralejo, y lo hizo con promesas de ayudas directas al sector y sin grandes referencias al tema que preocupa a una gran parte de los agricultores de la zona, el regadío de Tierra de Barros. La presidenta de la Junta, que se estrenaba como responsable de inaugurar el evento más importante en la región sobre los sectores del vino y la aceituna, aprovechó el marco del salón para señalar que en el plazo de unas semanas estarán disponibles ayudas que prepara la administración que preside que llegarán de forma directa al bolsillo del agricultor.

Se trata de seis millones de euros que llegarán en forma de ayudas directas al viñedo, y de una serie de préstamos bonificados para el olivar tradicional y el viñedo. En su explicación María Guardiola señaló su intención de «dar respuesta al olvido sufrido por los agricultores», en alusión al Gobierno central que dejó fuera el año pasado de las ayudas por la sequía al olivar y al viñedo. Guardiola también se refirió al empleo, y más concretamente situó al sector agrícola como «motor de desarrollo para nuestros pueblos».

Lo que se echó en falta por parte de los presentes fueron alusiones directas al asunto del regadío para Tierra de Barros. Tan solo Miguel Ángel Gallardo, que también intervinó en la inauguración oficial como presidente de la Diputación de Badajoz, apuntó que «Tierra de Barros merece el regadío», y que las administraciones no deben «enredarse» en temas tan importantes. Por su parte, la presidenta Guardiola tocó el tema con un mensaje ya escuchado de que tiene «un compromiso firme con el proyecto de regadío».