
Un joven de Almendralejo ha denunciado que el tinte que se le aplicó en su peluquería habitual de Almendralejo para teñir su pelo de color, le ha provocado quemaduras en el cuero cabelludo.
José Agustín, de 32 años, ha relatado a HOY que sintió que el cuero cabelludo se iba calentando a medida que pasaban los minutos desde que se le había aplicado el tinte. Debido a que al día siguiente la zona seguía quemándole y presentaba rojeces, acudió al médico del centro de salud, quien decretó que había sufrido quemaduras de primer grado como consecuencia de la aplicación de este producto.
Posteriormente, comenzó a tener una gran sensibilidad en la región frontal del cuerpo cabelludo y su pelo empezó a perder densidad en la zona. El joven acudió unos días después a consulta del Hospital Tierra de Barros, donde un médico reconoció una buena evolución de la piel con mucha sensibilidad al calor, según apreció el propio paciente. Asimismo, consideró que tenía alopecia por quemadura y dermatitis seborreica. El facultativo determinó que la quemadura podría haber sido consecuencia de los productos químicos de la peluquería.
Ese informe se realizó en el mes de mayo de 2022. Posteriormente, en la consulta de médico especialista, la médica especialista en dermatología que lo revisó en julio atestiguó que ya no tenía alternaciones del cuero cabelludo.
El joven ha demandado a la peluquería y a la compañía de seguros de la empresa de belleza.
La demanda se basa en que, además de las lesiones, «se han derivado secuelas valoradas como alopecia androgenética e importantes perjuicios estéticos que van a permanecer después de la curación de la quemadura». También dice la demanda, «importantes trastornos psicológicos por cambios de humor debido al cambio que se ha producido en el aspecto físico».
Por todo ello, reclama el pago de una indemnización por valor de más de 30.000 euros, que comprende perjuicio personal e indemnización por secuelas, así como compra de medicamentos según indicaciones médicas.
Este hombre ha intentado el arreglo extrajudicial del asunto, aunque la compañía aseguradora no reconoce el alcance de las lesiones y secuelas dejadas por el siniestro, según la demanda presentada por los letrados del turno de oficio.
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