Carmen Vidal a la entrada del Centro Universitario Santa Ana en Almendralejo P. G.

Carmen Vidal-Aragón de Olives

«No puedes empezar una actividad agraria partiendo de una explotación pequeña»

El Centro Universitario Santa Ana imparte desde hace años el Grado en Ingeniería de Industrias Agrarias

Paco Galeano

Almendralejo

Domingo, 25 de mayo 2025, 10:08

En pleno debate sobre el relevo generacional y el abandono progresivo del campo por parte de los jóvenes, conocemos cómo se prepara a aquellos que han decidido lo contrario, dedicar su futuro profesional al mundo agrario.

-Los agricultores se quejan de la ausencia de relevo generacional ¿Los alumnos que salen de aquí formados lo hacen para trabajar en sus propias explotaciones?

-A nosotros nos llegan casi siempre alumnos que están relacionados a nivel familiar con explotaciones agrarias, de manera que cuando acaban sus estudios vuelven muchos de ellos a ese entorno del que proceden. Tienen vínculos familiares importantes y su ilusión es volver a retomar las explotaciones que tienen en su familia. Han vivido el campo desde pequeñitos, aman el campo y su ilusión es volver. Aquellos que no tienen explotaciones al final también entroncan con empresas que dan un servicio a esas explotaciones familiares.

-Porque el acceso a la tierra para alguien que no la tenga no sé si es sencillo o no.

-El que no tiene un bagaje generacional, un bagaje familiar, se enfrenta, primero a que la tierra es cara, a que la normativa es complicada, y al tamaño. No puedes empezar una actividad agraria partiendo de un tamaño pequeño, porque estás condenado. No te genera para vivir. De hecho, los abandonos que está habiendo en el sector son empresas pequeñas, familiares, que llevan toda la vida viviendo y ganando lo suficiente para mantener esa familia con esa porción de tierra, pero que con los cambios actuales ya no les es suficiente. Además, tienen que pelear con una burocracia muy grande.

-¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta la agricultura hoy en día?

-A varios importantes como es la sostenibilidad medioambiental, la sostenibilidad económica, la tecnificación, el acceso a la tierra o el tamaño de las explotaciones.Las explotaciones pequeñas no van a poder sobrevivir, por lo que formamos a nuestros alumnos para que vayan intentando hacer que las explotaciones sean más grandes y sostenibles. Que permitan la tecnificación para no depender tanto de la mano de obra. Hoy en día la mano de obra es un problema importante, que cambien un poco la forma de gestión de esas explotaciones.

- La tecnología ha cambiado la forma de trabajar el campo, no sé si eso ayuda a los jóvenes a la hora de valorar un trabajo así.

-Antiguamente los que se dedicaban al campo estaban en el campo todo el día, no tenían sábados, no tenían domingos, no iban de vacaciones, pero hoy día el que gestiona una explotación quiere ir de vacaciones con su familia y al mismo tiempo tiene que estar al cargo de esa explotación. Para ello hoy en día las nuevas tecnologías, la digitalización, los sistemas informáticos nos permiten estar de vacaciones y al mismo tiempo estar pendiente de la temperatura de los depósitos de vinificación, por ejemplo.

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-Y esa nueva tecnología también se integra en los estudios.

-Se les habla mucho de mecanización, de reconversión de cultivo. Intentamos meter dentro de las asignaturas toda la información. Es verdad que los planes de estudio tienen una inercia, que nosotros no tenemos libertad aquí en la escuela para poner el plan de estudio que queramos. Nuestros planes de estudio están vinculados a los planes de estudio de la Universidad de Extremadura. Pero es cierto que nosotros, al margen de esos programas organizamos al cabo del año una serie de cursos, de seminarios que van precisamente orientados a completar esa formación en digitalización agraria, en nuevas tecnologías. De alguna manera se intenta.

-Responde el grado por tanto a las demandas del sector.

Sí, pero queremos que en el futuro los planes de estudio nos permitieran introducir muchos más elementos de inteligencia artificial, muchos más elementos de innovación.

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-Y como docente qué piensa cuando observa el campo cada vez más lleno de placas solares.

-Pues mucha pena. Somos conscientes de que necesitamos cada vez más energía y de que es una forma de producir energía como otras que también existen. Pero los que nos dedicamos a enseñar lo que es la agricultura, las posibilidades que hay de transformar esas materias primas en productos de alta calidad, sentimos tristeza cuando vemos arrancar olivos centenarios. Entendemos que un olivo centenario en un marco de plantación antiguo no es rentable y entendemos al agricultor que ha arrendado la tierra para las placas, pero eso no nos deja de dar pena.

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