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Juan Manuel Sánchez Laja en su faceta de presidente del UBA P. G.
«Mi padre era de los que decía que no me veía en el campo»

Juan Manuel Sánchez Laja

Agricultor y presidente del UBA
«Mi padre era de los que decía que no me veía en el campo»

Este joven compagina su afición por el baloncesto con su oficio de agricultor. Junto a su padre se encarga de la explotación familiar

Paco Galeano

Almendralejo

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Sábado, 21 de septiembre 2024, 10:29

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Juan Manuel Sánchez Laja, de 38 años y natural de Almendralejo, se ocupa del campo por las mañanas y disfruta de su pasión por el baloncesto durante las tardes. Desde hace meses es el presidente de la Unión Baloncesto Almendralejo, después de ser jugador, entrenador y directivo.

–¿Desde cuándo en el campo?

–Desde los 18. Fue una época en la que cambié de instituto y la cosa no salió bien. Ya estaba metido en el mundo del baloncesto, durante la mejor etapa que ha tenido este deporte en Almendralejo, y quizás me despisté un poco en los estudios. No le tenía muchas ganas al campo, pero una vez que entras lo ves de otra manera.

–¿Cómo se lo tomaron en casa?

–Mi padre era de los que decía que no me veía en el campo, pero al final y con el paso del tiempo me ha tenido a mí detrás y hemos crecido juntos. Era el negocio familiar y había que ayudar.

–Dicen que sin un relevo generacional como el suyo, el campo se moriría.

–Es una realidad. He leído que menores de 40 años somos muy pocos. No hay relevo y ahora lo que se llevan son los grupos inversores metiéndose en grandes fincas.

–Y ahora no se arrepiente…

–No, por supuesto. He podido llevar la vida que me da la gana y me ha permitido organizarme para mi otra pasión, que siempre ha sido el baloncesto. Con el paso del tiempo me di cuenta que el campo me ha permitido compatibilizar muy bien ambas cosas.

–De todas formas dicen que el campo da mucho dinero.

–(Risas). El campo da unos años buenas cosechas y otros años no, pero no es lo normal. Vamos muy ajustados y casi siempre por debajo del coste de producción. Da para vivir y no mucho más. Antes con 30 hectáreas eras el rey del mambo y ahora con esa extensión vive normal una familia.

–Y en el baloncesto, ha tocado todos los palos hasta acabar de presidente de la Unión Baloncesto Almendralejo.

–Sí. No lo tenía pensado. Abandoné después de una lesión, estaba fuera del club, pero me lo propusieron este verano y he dado el paso. Pero soy un directivo más, no soy más que nadie.

–Nadie mejor que usted sabe que el baloncesto de la ciudad ha vivido mejores momentos.

–Los años de Liga EBA fueron muy bonitos. Pero aquello desapareció y volvimos al suelo.

–Y ahora, ¿qué se plantea?

–La idea es estructurar el club con un organigrama que nos permita pensar en un futuro mejor. Pero queremos hacerlo con la base. Mi experiencia me dice en la buena época de EBA se contó poco con la gente de la cantera.

–Volviendo al campo, qué piensa un agricultor joven cuando ve tanta placa solar en las fincas.

–Pues da pena, pero es verdad que al final está siendo rentable para muchos propietarios. El campo no da mucho dinero y cuando te llega un contrato que te garantiza un dinero que no te da lo sembrado pues blanco y en botella. Tenemos que buscar la rentabilidad.

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