-k8pF-U190752375846qoE-1248x770@Hoy.jpg)
-k8pF-U190752375846qoE-1248x770@Hoy.jpg)
«Soy feliz por ser español, taurino y cofrade». Esa es la frase con la que se topa cualquiera que quiera contactar con Alonso Álvarez Colchón cuando abre su cuenta de whatsapp. Pero los que le conocen bien saben que lo que mejor le define es el título que le dieron hace unos años en la Congregación de los Luises, el de 'Buena persona de Almendralejo'.
Lleva ligado casi el mismo tiempo, toda la vida, tanto a los toros como a la Semana Santa. Por eso, este año es, sin duda, su año, después de presentar este viernes la corrida de toros en la que su gran amigo Luis Reina volverá a salir al ruedo de forma excepcional el día que cumple 65 años y también poco tiempo después de saber que ha sido elegido como pregonero de la Semana Santa de Almendralejo.
Pero Alonso es conocido por no decir nunca que no a lo que le proponen. Así que ha dado el pregón de San Marcos, el pregón de Santiago y también ha hecho de rey mago en la cabalgata de 2019.
-¿De dónde le viene la afición a la tauromaquia?
-Desde pequeño, mi bisabuelo Alfonso me llevaba a los toros con tres años a la puerta de la plaza para ver todo esa ambiente. Y luego ya posteriormente fueron mi abuelo Kiko y mi padre, que era de los que iban con las mulas. Y ya fue aumentando hasta hoy. Soy socio de la peña taurina desde el año 1984, estuve una época de directiva, luego me dieron el escudo de oro de la peña.
-¿Cuál fue su primer recuerdo?
-El primero que tengo es de la única vez que me he colado yo en los toros en el año 1976. Ese día se presentaba como rejoneador Joao Moura padre. Ese día no había nadie que me pudiera llevar, pero yo dije que iba a los toros. Entonces aproveché el momento en el que abrieron las puertas y entraron las mulas, pues yo me metí entre las dos mulas, y una vez que yo estaba allí, mi tío Kiko cuando me vio, se echó las manos a la cabeza. Y ya me subió y vi los toros. Tenía yo 9 años.
-¿Entonces iba más o menos gente a los toros?
-Había más gente pero porque entonces no había tantas diversiones como hoy. Antes era algo más social que hoy y la gente estaba esperando sus toros, porque no te podías desplazar a otros sitios.
-Pero siempre ha estado vinculado con los toros.
-Sí, yo entré como socio en la peña en 1990. Y a partir de ahí ya fui metiéndome más en el mundillo y conocí a más gente. El que era por entonces presidente Eugenio García y su directiva tuvo a bien darme el escudo de oro en 2009. Y ese día, mi amigo Luis Reina me regaló un capote de los de paseo de los que había utilizado. Después ya conocí a más gente, a empresarios que me llamaron para que colaborase con ellos en la plaza de toros.
-Creo que fue idea suya hacer la capilla en la plaza de toros.
-Bueno, en realidad todo empezó porque había un cuarto en la plaza donde nos juntábamos algunos. Y yo colgué un calendario de la virgen de la Piedad de los que regalaba la Caja Rural de Almendralejo entonces. Y en una corrida, con Enrique Ponce y Joselito, yo no veía a Jesulín quince minutos antes del festejo. Pregunté por él y me dijeron que estaba en ese cuarto, rezándole a la virgen. Entonces se enteró Domingo Barahona Gil y él fue el que lo costeó todo y preparó la capilla. Y ahora soy yo el que la está preparando y restaurando.
-¿Cómo empezó con la Semana Santa?
-Mi primera vez en la cofradía fue en mayo de 1978, tenía once años. Yo iba al antiguo comercio de Cecoa con mi madre y el carnicero Justo Rosado, que por entonces era hermano mayor del Gran Poder, me preguntó una vez si estaba en alguna cofradía y me animó a apuntarme. Al llegar a casa le dije a mi madre que me apuntase. Y me fui a la calle San Antonio para que la modista me hiciera el traje y a partir de ahí hasta ahora. He sido miembro de la junta de gobierno y he conocido a buenos amigos en la cofradía y en los toros. Mi mujer, cuando salía de casa para una reunión, me preguntaba qué tocaba ese día, cuernos o cirios.
-¿Cómo recibiste la noticia de ser pregonero?
-En cuanto me llamó Juan Domingo, el presidente del Consejo, no me lo esperaba. En ese momento hubo dos luchas, el corazón con sus sentimientos y la cabeza con sus pensamientos. El corazón dice para adelante, pero la cabeza te dice que esto es serio. Esto hay que ensalzar todo lo que se hace para la Semana Santa. Cuando hice el pregón de Santiago le dije a un amigo de Sevilla que tenía muchos nervios y su respuesta fue: ¿tú lo vas a hacer de corazón? Le dije que sí y me dijo, pues entonces para adelante, porque las cosas que se hacen de corazón siempre salen bien. Entonces, como el corazón va a expresar sus sentimientos, es lo que voy a intentar transmitir. Todos los sentimientos que yo tengo desde hace 46 años, lo que a mí me aporta la Semana Santa y, por supuesto, quiero hacer algo muy especial con toda esa gente que no se ven, pero que están ahí. Hay un trabajo enorme en la Semana Santa hasta que los pasos salen a la calle.
-¿Cómo describiría lo que le aporta la Semana Santa?
-Como cristiano te puedo decir que es la semana grande, vivimos los momentos de Jesucristo en sus últimos siete días. Pero como persona, me aporta la amistad, los momentos que yo he vivido. Hay veces que a las tres de la mañana, qué haces en la iglesia, pues hay que estar ahí, preparando para el día siguiente. Estás en un mundo que las horas se te pasan rápido. Yo me quedaría con la amistad y con las sensaciones. Hay sensaciones que si las vives como yo lo hago como cofrade, cuando le estás cambiando la túnica y lo estás mirando a la cara, yo con todos los respetos no estoy mirando una figura, estoy mirando algo más. Es fe, puede ser, es pasión, puede ser, pero que es algo único, sí.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.