La Guardia Civil ha investigado a un vecino de Almendralejo por un delito contra la seguridad vial por conducir con temeridad manifiesta, con presencia de drogas tóxicas en su organismo.
La actuación se inició cuando la Central Operativa de Servicios de la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz recibió el aviso de usuarios de la autovía A-5, que informaban de la conducta temeraria con la que circulaba un turismo, invadiendo ambos carriles de circulación con maniobras bruscas y sin señalización previa.
Con los datos aportados, agentes de la seguridad ciudadana de la misma Comandancia y de la Agrupación de Tráfico del Subsector de Badajoz establecieron dispositivos de servicio para la localización del vehículo.
Una vez localizado, se le dio el alto reglamentario mediante el uso de señales luminosas y acústicas, sin que su conductor atendiese a las indicaciones, aumentando la velocidad y continuando con la misma circulación temeraria, poniendo en grave riesgo a los demás usuarios de la vía.
Finalmente pudo ser interceptado a su paso por el término municipal de Talavera la Real.
Tras identificar al conductor, un vecino de Almendralejo, observaron evidentes síntomas de hallarse bajo la influencia de alcohol o drogas tóxicas, por lo que fue requerido para someterse a las pruebas legalmente establecidas, dando resultado positivo en el test indiciario de drogas, que mostró la presencia en el organismo de sustancia estupefacientes o psicotrópicas.
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Esta circunstancia fue confirmada posteriormente, tras el análisis realizado por el Laboratorio de la Dirección General de Tráfico.
Ante los citados hechos, en atención a los síntomas externos tan evidentes que el conductor del turismo presentaba y que afectaba a las facultades psicofísicas necesarias para la conducción segura, los agentes le instruyeron diligencias como investigado por un supuesto delito contra la seguridad vial, al conducir un vehículo a motor con temeridad manifiesta con presencia de drogas tóxicas en su organismo.
Las diligencias están siendo instruidas en el Juzgado de Instrucción de Badajoz.
El conductor se enfrenta a pena de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta seis años.
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