

raúl peña
Martes, 21 de diciembre 2021, 10:07
En los últimos meses en el Extremadura se ha tildado la situación de límite, de días clave en la entidad almendralejense, de momentos sin vuelta atrás, pero ahora sí que las próximas horas son vitales para el club: si no llega el dinero para pagar las deudas más inmediatas, el Extremadura entrará en fase de liquidación por orden de la jueza del Juzgado de lo Mercantil de Badajoz.
Y la inversión que se necesita no es baladí. El administrador concursal, Bernardo Silva, estima que el dinero que debe llegar para salvar la situación son 3,5 millones de euros, montante que Khalifa Capital iba a invertir en el Extremadura hace meses. Esa operación no cristalizó en ningún momento pese a que el club anunció varias veces que la llegada del dinero iba a ser inminente.
Cuando el presidente del Extremadura, Manuel Franganillo, intuyó que el dinero de Khalifa Capital no llegaba a tiempo se puso a trabajar en otras opciones para intentar solventar la situación. Ahí contactó con el abogado Javier González, quien se puso en contacto con la plantilla para informarle de que iba a trabajar para buscar la financiación necesaria para salvar la situación.
Esta solución tampoco prosperó y el Extremadura entró en la fase actual: o llega el dinero en unas horas o la liquidación es inminente. El club tiene hasta mañana al mediodía para acreditar que sus cuentas tienen el dinero necesario para paliar la deuda actual. Si no lo hace, la jueza decretará la liquidación del club, ante la que puede presentar alegaciones y alargar más la decisión final con tal de ganar tiempo y que llegue el dinero.
El problema es que una vez que la jueza decida que la liquidación se tiene que hacer efectiva es muy complicado que las alegaciones puedan prosperar y cambiar el rumbo de la situación actual del Extremadura UD.
El club está ahora entre la espada y la pared. En cambio, Manuel Franganillo le comunicó a la plantilla, durante la comida de Navidad de la pasada semana, que tendría el dinero necesario para solventar la situación y que pudiesen cobrar. El presidente quiso tranquilizar a sus jugadores antes del último partido del año, el que enfrentó al Extremadura y al Racing el pasado sábado en el Francisco de la Hera, y darles esperanzas de cara a las próximas semanas. Ahora los futbolistas esperan una resolución a toda la situación y lo harán mientras disfrutan de sus vacaciones hasta el próximo lunes, día 27 de diciembre.
Libres en 2022
Además, los jugadores firmaron hace más de un mes un documento junto con Manuel Franganillo y Bernardo Silva en el que se reflejaba que los futbolistas quedaban libres a partir del 1 de enero si ellos solicitaban la carta de libertad.
Si todo se soluciona, el equipo vuelve a los entrenamientos el 27 de diciembre por la tarde en la Ciudad Deportiva de Almendralejo. Los pupilos de Manuel Mosquera regresarán después de varios días de descanso para recargar pilas y centrarse en lo que viene. El día 30 de diciembre el equipo jugará, si nada cambia antes, un amistoso ante el Villafranca y comenzará a preparar la primera jornada de liga de 2022.
«Quiero volver de vacaciones para seguir compitiendo. Yo, por lo menos, hablo por mí. Me voy con la mentalidad de volver el 27», admitió el central Fran Cruz tras el partido del sábado ante el Racing de Santander. El cordobés dejó claro que confía en la llegada de una solución tras la visita de Manuel Franganillo a los jugadores en la comida de Navidad.
En el plano deportivo el Extremadura se expone a un problema si varios futbolistas salen en el mercado invernal. Hay jugadores que ya cuentan con ofertas de otros equipos de la categoría y dejarían Almendralejo a partir de enero si nada cambia para mejor en el seno del Extremadura en las próximas horas.
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