
raúl peña
Jueves, 28 de octubre 2021, 09:10
El Extremadura salvó este miércoles una bola de partido en contra con el acuerdo rubricado en la junta de acreedores celebrada en el Juzgado de lo Mercantil 1 de Badajoz. El club obtuvo cerca del 68 por ciento de los votos a favor en la junta de acreedores, por lo que superó el 65 por ciento de los votos que se necesitaban para que el club no entrase en liquidación.
Los acreedores votaron a favor de marcar un calendario de pagos para reestructurar la deuda que tiene el club con ellos. Ahora queda que el Extremadura tenga dinero e inversión para abonar las deudas a los acreedores cuando comience el periodo de pago, previsto para diciembre del próximo año. Es decir, el Extremadura ha acordado pagar esa deuda, pero lo hará a partir del próximo año, lo que le da aire para recuperarse y afrontar con más garantías esos pagos.
La opción que han elegido los acreedores es la de recibir el cien por cien de la deuda en diez años. La otra opción era cobrar el 40 por ciento en cinco años, pero los acreedores desestimaron esta opción. A partir del próximo año el club va a tener que comenzar a pagar y estará diez años haciendo frente a los pagos sin poder fallar en ninguno, ya que si no el club entraría en liquidación.
Eso sí, el Extremadura debe comenzar a hacer frente a los pagos a jugadores desde ya. La deuda a la plantilla, cuerpo técnico y trabajadores se ha ido incrementando mientras el tiempo pasaba y el club estaba inmerso en un concurso de acreedores, pero ahora no puede dilatar en el tiempo el pago de las nóminas.
Pagar antes de la huelga
Los jugadores han convocado una huelga para el próximo 5 de noviembre, pero el club espera poder pagar algunas nóminas antes de llegar a esa situación, que complicaría mucho el panorama en el plano deportivo.
Si el administrador concursal ha dado el visto bueno a la junta de acreedores es porque tiene constancia de que el Extremadura puede hacer frente a los pagos y de que va a cumplir con el calendario establecido para satisfacer su deuda con los proveedores. Ahora queda saber qué inversión llega a Almendralejo para reforzar las arcas del Extremadura y cómo va a quedar el accionariado si algún grupo inversor llega para aportar liquidez.
La junta de acreedores ya es pasado en el Extremadura. Lo que queda saber es si va a ser un punto de inflexión para bien en cuanto al aspecto económico del club o si por el contrario va a ser una patada hacia adelante al balón para dentro de unos meses morir en la orilla. Una cosa sí está clara, y es que el Extremadura va a tener ahora tiempo para reestructurarse como club, buscar inversores y ponerse al día con los empleados. Ahora hay diez días para que cualquier persona que esté dentro de los acreedores o el propio administrador concursal se opongan al acuerdo que se llegó este miércoles en Badajoz.
A la salida de la junta, el presidente del Extremadura, Manuel Franganillo, se mostraba contento por el acuerdo alcanzado, ya que cree que es un paso hacia adelante para el club. «El trabajo que se ha realizado desde el club a todos los niveles nos ha dado la posibilidad de aplazar esta deuda y de sacar hacia adelante uno de los escollos importantísimos que teníamos dentro de las dificultades de esta temporada», explicó Manuel Franganillo a los micrófonos de Canal Extremadura.
El máximo mandatario añadió que es un día para que todos los azulgranas estén contentos: «Aprobar un convenio de estas características nunca es fácil. Hemos sacado un porcentaje por el cual tenemos que agradecer a los acreedores el voto de confianza que le han dado al club. Es un día para felicitarnos y para que la afición del Extremadura esté contenta».
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