

La plantilla del Extremadura UD anunció este jueves una huelga que, de no desconvocarse, llevará al club a la descalificación de la Primera de la Liga Federación por segunda incomparencia en un partido oficial por segunda vez esta temporada.
Los jugadores han buscado esta alternativa ante una situación que consideran insostenible. Pero no sólo lo es por los muchos meses de impagos, que comenzaron en el año 2019, según recordó ayer el secretario general de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Diego Rivas, en Almendralejo, sino también por otras circunstancias.
Sobre todo, lo que ha motivado esta huelga son las «promesas incumpidas» en todos los sentidos, desde solucionar la situación económica a entregar a los jugadores la carta de libertad tras el partido frente al Calahorra o dignificar las condiciones en la residencia de jugadores que gestiona el Extremadura desde hace unos años en régimen de alquiler.
En esa residencia se hospedan todos los jugadores de fuera de Almendralejo fichados por el Extremadura, pero, según desveló Diego Rivas ayer y confirmó uno de los capitanes Luis Peteiro, carece de agua corriente, servicio de comida y limpieza.
«Estamos conociendo de primera mano las condiciones infrahumanas que están viviendo en la residencia, sin absolutamente nada de limpieza, donde no hay comida y donde los compañeros no tienen agua y tienen que ir a comprar agua simplemente para utilizar los baños. Son condiciones infrahumanas», denunció Diego Rivas.
«Las condiciones que vivimos en la residencia los futbolistas que veníamos de fuera no son óptimas ni saludables», refrendó Peteiro, que confesó que «sólo queremos ser felices en el campo con un balón, pero ya son muchos meses de espera y el dinero no llega».
«En una palabra, no podemos seguir con esta agonía y la solución debe llegar ya», añadió el joven azulgrana.
Peteiro lanzó palabras emocionadas en la rueda de prensa, «estamos en el Extremadura U.D. para cumplir nuestros sueños como futbolistas, pero la realidad es que no disfrutamos en el campo, no somos felices, nos hemos dejado el alma y el corazón por este club.
Por último, Álex Murillo sentenció que «los futbolistas no podemos ser considerados responsables si echan al club de la competición», algo en lo que incidió Diego Rivas, «que quede muy claro, los futbolistas son las víctimas, nunca los culpables».
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