

Un grupo de vecinos, residentes en varios bloques de viviendas situadas en la calle Magisterio, consiguieron en la tarde de este miércoles que una familia de nacionalidad extranjera, que supuestamente había okupado de forma ilegal una vivienda, la abandonase por propia voluntad. Fue la propia insistencia de los vecinos, y la mediación de la policía, la que propició que los ocupantes, entre los que se encontraban varios menores de edad, tomaran la decisión a lo largo de la tarde de abandonar el lugar.
Según informan los propios vecinos la vivienda pertenece a una entidad bancaria, por lo que el supuesto arrendador habría engañado a esta familia y les habría asegurado ser el propietario. Los vecinos solicitarán ahora a la entidad el tapiado de la vivienda o la instalación de una puerta antiokupas para que no vuelva a repetirse un hecho similar.
Se da la circunstancia de que esta misma semana, en la calle Eduardo Naranjo, aparecía también un gran agujero realizado en la pared de un edificio abandonado. Los vecinos aseguran que podría tratarse de un intento de utilizar los bajos de este edificio como refugio teniendo en cuenta la mala climatología de estas fechas . El año pasado ya ocurrió un hecho similar en este mismo edificio.
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