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Un alumno deja su patinete a las puertas del centro antes de entrar en clase P. G.
A clase sin libros y con la mochila más ligera

A clase sin libros y con la mochila más ligera

El IES Santiago Apóstol pone en marcha un proyecto que permite a sus alumnos más jóvenes acudir al centro sin sus libros de texto

Paco Galeano

Almendralejo

Sábado, 11 de enero 2025, 22:10

Con la doble idea de cuidar la salud de los alumnos por una parte, y la de fomentar el desplazamiento a clase andando o en bicicleta como segundo propósito, el IES Santiago Apóstol de Almendralejo ha puesto en marcha una iniciativa saludable coincidiendo con la vuelta a las aulas tras el parón navideño. La idea, que afecta por el momento tan solo a alumnos de 1º de la ESO, con la intención de ampliarla al resto del centro si consigue el efecto deseado, no es otra que liberar a los alumnos de las pesadas mochilas con las que cargan cada día sus espaldas de forma poco saludable.

La iniciativa, que se viene barajando desde hace unos cursos, se pone en marcha ahora después de que hace justo dos años desde el propio centro se llevase a cabo un proyecto que consistió en pesar las mochilas con las que los alumnos acudían a clase. El resultado no pudo ser más revelador, ya que en algunos casos se pesaron mochilas que alcanzaban los siete u ocho kilos, algo «inasumible para un chaval en crecimiento» cuenta a este diario Carlos Cabanillas, director del centro, que además añade sobre sus portadores que se trata de «chicos y chicas que se está formando, que tienen tan solo 13 años, y evidentemente ese peso no es para su espalda, no está pensada para eso».

El director del centro advierte que ya hay «muchos chicos y chicas con problemas de espalda», por lo que con esta medida, además de buscar solución a un tema que tiene que ver con la salud, también tratan de convencer a las familias de que no es necesario traer en coche a sus hijos hasta la puerta del instituto todos los días. La idea es la de convertir también la rutina de ir y venir al instituto en una actividad saludable. «Se puede venir andando, en bicicleta o en patinete», resalta Carlos Cabanillas, que advierte también que para «lo de la bicicleta tendríamos que contar con la colaboración o más inversión por parte de la administración local, ya que no hay carril bici que llegue hasta la puerta del centro».

Aparcamiento para bicicletas y patinetes a las puertas del centro educativo P. G.

Para el docente el hecho de dejar los libros en casa no supone ninguna merma en la educación que reciben estos alumnos. «Los estudiantes dejan los libros de texto en casa, que es donde deben utilizarlos, aquí tienen el profesor y tienen la pantalla en la que proyectamos el libro o lo que haga falta», apunta. Con la iniciativa se evita que los jóvenes muevan diariamente los libros de seis asignaturas, además de sus respectivos cuadernos.

Clases más activas

​Pero la salud y el fomento de la movilidad sostenible no es lo único positivo que persigue este centro educativo almendralejense con la puesta en marcha de esta iniciativa. Según nos cuenta su responsable creen que «puede tener alguna implicación metodológica más, como el hecho de hacer unas clases más activas, menos sujetas al libro de texto, donde las metodologías activas tengan más cabida», confiesa.

Cabanillas espera que la iniciativa cuente con el respaldo de los alumnos en este arranque del nuevo año con el fin de poder extenderla también al resto de alumnos del centro durante los próximos cursos. También confiesa que estaría bien que sirviese de ejemplo para otros centros tanto de educación secundaria, como el suyo, como para los últimos ciclos de los colegios de educación primaria.

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