El CEIP Montero de Espinosa celebra su 50º aniversario con la asistencia de antiguos alumnos y profesores

Las clases comenzaron el colegio Francisco Montero de Espinosa en el curso 72-73, concretamente en el mes de septiembre de 1972. Sin embargo, el que fuera director del centro y muchos años maestro Luis Maestre, recoge en la historia escrita del centro que no hay documentación de cuándo se construyó el colegio.

Sí en cambio se sabe que en 1985 se llevó a cabo una profunda ampliación del colegio que dio paso a la estructura que aún mantiene. Esas obras contaron con un presupuesto de 40 millones de las antiguas pesetas, según suscribe Maestre en la historia del centro.

El gobierno municipal bajo cuyo mandato se construyó el centro determinó que el nombre que debía llevar era el del alcalde Francisco Montero de Espinosa, también conocido como 'Don Paco el Colorao', una persona peculiar que vivió 88 años y que fue alcalde de Almendralejo durante nueve años, en tres mandatos diferentes entre 1924 y 1942, llevando a cabo importantes avances para el bienestar de los ciudadanos e importantes obras como el Mercado de Abastos.

Por entonces en esa zona de la barriada de San José solo estaba el colegio Suárez Somonte, que se había quedado pequeño para las necesidades y que después llegó a integrarse en el Montero de Espinosa.

Comenzó con 22 maestros y un año siguiente, en 1986, ya contaba con calefacción, laboratorio, biblioteca, sala de pretecnología, sala de proyecciones, vestuarios, zona deportiva y servicio de comedor.

También fue pionero este colegio en la ruta de autobús escolar para trasladar al centro a alumnos que residían en cortijos o en núcleos residenciales pequeños.

Otra de las curiosidades es la estabilidad que ha tenido el colegio Montero de Espinosa durante estos cincuenta años tanto en los docentes como en los directores, apenas ha habido cinco o seis en cinco décadas. El primero fue Carlos Aller, le siguió Luis Maestre Álvarez. Después llegó Matías Villegas, que fue director durante 15 cursos. Tras él llegó Manuel Lázaro y Valentín Fernández, para dar paso a Juan Luis Ortiz, que lo dirige en la actualidad.

Pero si por algo se ha caracterizado este colegio desde siempre es por la oferta de actividades extraescolares, que siempre ha contado con gran apoyo del alumnado.

Muchos de los antiguos alumnos aprendieron a tocar un instrumento en la rondalla del Montero, otros aprendieron a pintar en el taller de pintura, otros perdieron el miedo a hablar en público en el grupo de teatro. Se creó la tuna del colegio y también un conocido club de pintura, del que han salido conocidos pintores en la actualidad en Almendralejo.

Esas actividades escolares o extraescolares del Montero de Espinosa han seguido siendo innovadoras en la educación en Almendralejo, como el campamento de lectura nocturno o el aula abierta, inaugurada hace unos meses en uno de los patios del centro.

Tal vez por esa innovación educativa, por la implicación de los docentes, por la puesta en marcha de programas europeos para los alumnos y, quizás, por la propia fisonomía del colegio, que ha logrado modernizarse en todo su aspecto, a pesar de los años de sus muros de ladrillo visto, el CEIP Montero de Espinosa se ha convertido este año en el centro más demandado de Almendralejo por las familias.

Se han recibido 57 solicitudes de nuevos alumnos de tres años, superando la oferta de medio centenar disponible.

Para celebrar todas esas circunstancias, junto al 50º aniversario del colegio, este viernes se ha celebrado un acto institucional conmemorativo junto a una fiesta para recibir a antiguos alumnos y maestros jubilados que han pasado por sus aulas.

Una fiesta a la que acudieron cientos de personas y también antiguos directores y maestros del centro.